Datos de Arabia Saudí

Arabia Saudita es uno de los países que más petroleo exporta al mundo. Su nivel de vida no es demasíado alto, pero su gente adora al monarca y a la familia real. Su ingreso petrolero es brutal y le ayuda a mantenerse como potencia regional. Ultimamente a brindado apoyo a la coalición palestina. Su Monarca es idolatrado por el pueblo.

Año en el que el gobierno ha gastado más de lo que tenía (3 puntos) por lo que el mantenimiento ha aumentado. Sin embargo, el crecimiento económico y el presupuesto se han visto creciendo a causa, además de las buenas inversiones económicas del gobierno, del aumento en los impuestos.

Arabia Saudí se está convirtiendo en una potencia económica del Oriente Próximo. Las grandes y buenas inversiones en economía del monarca han logrado llevar a Arabia Saudí a un crecimiento espectacules e inusual, cosa que ha conllevado una bajada del paro. No obstante, hay algunas compras que no han sido muy buen vistas por el pueblo, cosa que ha provocado la creación de pequeños grupos opositores mal organizados.

Arabia Saudí crece a grandes pasos convirtiéndose en una gran potencia de Oriente Próximo. Su presupuesto es casi el doble que el periodo anterior gracias a las sabias inversiones del nuevo presidente en materia de economía, esto, junto a los altos impuestos del país ha conseguido el logro de superar la barrera de los 100 puntos. La construcción de numerosas industrias también ha conllevado el descenso del paro y un mínimo aumento del bienestar. Buen año para Arabia Saudí.

El descenso de los impuestos en Arabia Saudí ha conllevado un aumento en el bienestar de la población saudita, que agradece este gesto por parte de su monarca. La economía en este periodo ha crecido bastante menos de lo esperado por los expertos, en parte debido al enorme paro de casi el 10% que registra el país. Aún así este nuevo año el presupuesto saudita es más elevado que el anterior.

La anexión de Omán y Yemen a Arabia Saudíta no ha tenido mucho éxito que digamos. El paro ha subido hasta aproximarse al 15%, el bienestar ha caído en picado y todos los niveles de desarrollo han bajado. La popularidad del monarca también ha descendido muchísimo, los habitantes de las ahora regiones Omán y Yemen están descontentos absolutamente con la unión, ya que ni se hizo referendum ni nada. Sobre todo en Yemen, donde se suponía que el gobierno vigente era democrático. Esto ha sumido a muchos de los ciudadanos de los antiguos países en un odio violento hacia el monarca saudí, al que consideran un invasor y un imperialista. Sin embargo, los anteriores presidentes de los países anexionados ahora controlan esas mismas regiones, y han aumentado enormemente su estatus y su nivel de vida a consta del gobierno saudí. Los altísimos impuestos del país también han causado descontento entre los nuevos países adheridos a Arabia Saudí y califican a los antiguos líderes de los países de "vendidos" y "cobardes" al ser convencidos por Arabia Saudí para que se unieran a ella a cambio de riquezas y gran poder en el nuevo Estado. Aunque el nuevo gobierno de la Jamahiriya Saudí afirma que los antiguos presidentes mantendran sus poderes en esas regiones y que en Yemen habrá elecciones democráticas para elegir al gobernador, muchos yemeníes desconfian de ello y están desesperados porque han sido absorvidos por una dictadura en la que no hay partidos políticos, elecciones generales ni oposición alguna al poder del monarca. En Omán, en cambio, acostumbrados a una política dictatorial de la mano del antiguo monarca, los efectos se han visto en un nivel mucho más bajo, aunque están surgiendo en conjunto a Yemen algunas guerrillas de grupos pro-independistas que buscan dar su opinión de forma violenta para oponerse a la dictadura de Ramses II.

La nueva Jahmariya Saudí parece avanzar bien en todos los aspectos, debido a las buenas inversiones del gobierno. Sin embargo, la pobreza sigue siendo el principal mal de la nación, y terminar con ella será difícil. Sin duda un inconveniente que no será fácil de solucionar. A pesar de todo el Monarca Ramses parece haber hecho las cosas bien este bienio.

Jamahiriya ha dado pasos agigantados, hasta avanzar enormemente con el nuevo gobierno que ha dado mucha imagen y el pueblo lo ve con dulzura, ha mejorado en todos y cada aspecto aun mas, esta nacion, se hace poderosa.

Jamahiriya continúa su gran avance económico, pero, a la vez, el gran avance en cuestión militar. Las grandes y buenas inversiones en defensa hace que el ejército de Jamahiriya sea de los más modernos de la zona, lo cual hace sentir a los ciudadanos muy seguros. No obstante, la popularidad del monarca baja ligeramente debido a la poca ayuda que está mostrando a sus hermanos de Al-Andalus, así como alguna que otra inversión que ha sido mal vista.

Gran año para Jamahiriya Saudí en el que, a pesar del aumento del paro por las únicas inversiones en industrias robóticas, el bienestar ha crecido, en parte gracias a la bajada de impuestos. La popularidad del monarca continúa siendo muy elevada y la economía continúa creciendo de un modo rápido.

Jamahiriya Saudí es ya toda una potencia mundial. Su potente economía resalta en el mundo entero, aunque el enorme gasto de mantenimiento que debe sostener le limita el potencial.

Jamahiriya Saudí sigue creciendo, pero su gran inversión en industrias robóticas han conllevado que el paro aumente mucho, dejando a montones de personas en la calle. Además estas industrias suben aún más el ya de por sí elevado mantenimiento del país.

La guerra ha dañado mucho a Jamahiriya Saudí. Los bombardeos de Jiddah y de La Meca por la aviación fascista, han sido como un puñal clavado en el corazón de los ciudadanos. Como consecuencia de todos los enfrentamientos llevados a cabo: las bajas de militares, de civiles, la enorme destrucción material por los bombardeos... el bienestar de Jamahiriya Saudí ha caído en picado, después de varios años en auge. Aún así, la economía de Jamahiriya Saudí se ha conseguido mantener a pesar de la contienda, y gracias a sus numerosas exportaciones de pétroleo ha conseguido mantener su economía en aumento, siendo actualmente el país con más reservas de pétroleo del mundo. De todas formas, las derrotas que han sufrido los saudíes en las batallas y la ineficacia del ejército al defender Jiddah ha hecho que la popularidad del monarca baje en gran medida. Además, los fuertes impuestos que aún se mantienen estrangulan la economía de la población y favorecen el descenso del bienestar.

Jamahiriya Saudí, ahora llamada de nuevo Arabia Saudí, ha hecho un cambio radical durante este período. La concesión de independencia de Omán y Yemen ha sido determinante, y aunque ha comportado pérdidas de PIB y población ha sido un gran gesto del gobierno, ahora democrático. La desvinculación del país con la OCS y su adhesión a la AND ha sido una sorpresa para todos, y ha venido acompañada de inversiones extranjeras que han mejorado la economía saudí. Además, la bajada de impuestos que ha realizado el nuevo gobierno democrático ha alegrado mucho a la población.

Periodo de contrastes en Arabia Saudí. Mientras que la economía crece, la inversión en el pueblo ha sido mínima, provocando grandes caídas tanto en el bienestar como en la popularidad de Hasan Narsallah. Por suerte, estas caídas no han sido tan graves gracias a la bajada de impuestos, que continúa por segundo periodo consecutivo.