Datos de Japón

Japón es un país muy prospero, a pesar de su pequeña condición demográfica.

Japón sigue siendo un país muy próspero en todos los sentidos. Durante este periodo ha aumentado considerablemente el bienestar del país, lo que le ha valido un buen aumento del desarrollo cívil. Aunque quizá la ausencia política del mandatario de Japón y su corto papel en la política internacional ha hecho que su popularidad baje ligeramente. El dato más significativo de este periodo ha sido el gran aumento del PIB, que ha conllevado a una buena bajada del número de parados. Aún así el presupuesto aumenta bastante menos de lo esperado, quizá por consecuencia del aumento de los costos de mantenimiento ya administración de las numerosas industrias que se han construido a lo largo de este año.

El no haber sido abastecido de pétroleo el anterior periodo ha tenido consecuencias muy drásticas en Japón empezando por el paro, que ha crecido la friolera de un 5,1% hasta llegar al 7,5%. La popularidad del presidente también ha mermado bastante, y, aunque no ha bajado muchos ciudadanos antes neutrales al gobierno ahora se han posicionado en su contra. Por otro lado las semanas que ha estado parado el trabajo en Japón a causa de la ausencia de pétroleo ha hecho que la economía nipona frenara en seco y aumentara mínimamente. Del mismo modo, el mantenimiento y la administración del país ha crecido hasta situarse de los más altos del mundo, lo que ha conllevado un descenso notorio del presupuesto del gobierno nipón. Por el contrario, cabe destacar el buen aumento del desarrollo tecnológico del país, ya que este sector no ha sido muy afectado por la crisis del pétroleo.

Buen crecimiento para Japón, tanto civilmente como económicamente. Japón es un lugar seguro dónde se puede vivir bien, y, además, es una potencia económica muy importante para el mundo. Además, los costes del mantenimiento de la administración se han visto reducidos, motivo por el cual el presupuesto anual del Estado ha aumentado.

Los enormes gastos de administración que solía tener Japón cada vez son más bajos. La economía sigue viento en popa y eso se nota en la bajada del paro y en el aumento de popularidad del presidente. No hay nada que reseñar, Japón sigue siendo una potencia asiática.

Ejemplar gestión del Presidente Fakuda. La economía japonesa crece desmesuradamente, mientras que se alcanza un nível de bienestar increíble. Japón es el lugar ideal dónde vivír y dónde invertír, se prevee una inmigración medianamente grande al país. La popularidad del líder es de las más altas del mundo, y sus estadísticas (datos) demuestran que su capacidad para gestionar es grandiosa. El apoyo del gobierno a corporaciones extranjeras como Bayer International y otros dispara los niveles de desarrollo tecnológico. Excelente bienio para Japón.

Este año ha sido marcada por la desastroso imagen que ha dado el nuevo dirigente Japones, el pueblo no lo ve con buenos ojos y tampoco se ha hecho notar, esperemos que renueve su cara.

Japón sigue creciendo económicamente, su gran inversión en la pesca y en la construcción le ha supuesto un buen aumento del PIB y de su puntos. Pero la pobre inversión en bienestar se ha notado, y este valor ha bajado en buena cantidad. Aunque la finalización de las nuevas líneas de transporte público que están programadas para este período puede dar un vuelco a la popularidad del presidente, por el momento esta ha bajado con motivo también, del intento fracasado de subir el salario mínimo.

Buenísimo año para Japón, en el que las buenas políticas sociales del presidente ha dado fruto y cada día es más querido por el pueblo, que, a su vez, cada día es más feliz. Además, el gran avance económico de este año ha hecho que el paro baje de una manera espectacular, situándose ahora en el 6,8% de la población activa en el desempleo. Además, las buenas mejoras en la administración ha hecho que el mantenimiento de ésta baje considerablemente. Japón, actualmente, es uno de los mejores lugares donde se puede vivir.

A diferencia del anterior periodo, esta vez los datos son bastante malos. Las malas acciones realizadas por el Primer Ministro Hiro Ito se han visto reflejadas en una bajada de su popularidad y del bienestar del país, a pesar de las inversiones realizadas en el pueblo, que han copado la mayor aprte del presupuesto, sacrificando el destinado a la economía del país; el PIB ha descendido casi un 5% debido a la nula inversión en industria.

El gobierno japonés se ha puesto las pilas y ha realizado un periodo espléndido. La economia se ha recuperado y el PIB ha subido, y la gente vive bastante mejor, llegando a altos niveles de bienestar; esto se ha visto reflejado en la popularidad, que ha crecido bastantes enteros. La nota mala es la subida de mantenimiento y la estabilización del paro a pesar de la cantidad de industrias creadas. Aun así, Japón tiene motivos para estar feliz.

Tras un desastroso año de gobierno del ex-presidente Ichimonji lleno de pérdidas, ha llegado un nuevo gobernante a Japón, que ha conseguido mermar los daños causados. Como resultado, la economía apenas crece, el mantenimiento aumenta míseramente y el paro apenas desciende. El bienestar y su popularidad han subido, pero no tanto como se esperaba debido al aumento de los impuestos.

Japón atraviesa una crisis económica, propiciada por la gran cantidad de radiación que calló sobre el país y las levas en masa. El gobierno nipón, ha realizado reclutamientos obligatorios entre la mayoría de la población japonesa lo cual ha dejado a muchas empresas sin trabajadores y una gran oferta de puestos de trabajo. Ante el desplome de la economía, muchas empresas han tenido que contratar a personal más anciano, que no entraba en los planes de reclutamiento, con tal de no cerrar, pero esto ha hecho disminuir significativamente la efectividad. Trabajos en los que se necesita fuerza física, como los relaciones con la construcción se han quedado sin trabajadores. Miles de obras a lo largo de todo el archipiélago se han quedado paradas, junto con otros establecimientos de todo tipo. Las mujeres tampoco se han librado, y han sido también movilizadas para servir en el ejército. Los ciudadanos no se lo explican "Pero si Japón no está en guerra ¿Por qué estás acciones?". Muchos ya empiezan a sospechar, o más bien temer, que Japón vaya a inmiscuirse en el conflicto bélico que azota al mundo. Pero aún así, la gente sigue apoyando al carismático Shimizu Isozaki, el cual fue el salvador del pueblo durante la radiación mientras que el gobierno de Ichimonji no hizo absolutamente nada. Esto añadido a la bajada de impuestos que han experimentado los ciudadanos japoneses, que les alegra. Aún así y por todos estos sucesos, el presupuesto nipón ha bajado hasta situarse en menos del 50% que el año pasado.

La vuelta a casa de los milicianos ha devuelto en gran parte la normalidad a Japón. También, las medidas que realizó Shimizu Isozaki para combatir la radiación han sido muy eficaces y han evitado la muerte de miles de personas. Con la vuelta de los trabajadores a sus puestos de trabajo, comienza a subir de nuevo el PIB aunque de una manera mucho más lenta a la esperada. El estancamiento de la economía nipona ha supuesto despidos masivos y muchos milicianos japoneses que volvían a sus puestos de trabajo se han visto en la calle por la escasa oferta de trabajo existente. Además el gobierno y la oposición tienen férreas disputas diplomáticas y ha estallado un gran escándalo por espionaje y corrupción en las filas del Partido Conservador. Veremos a ver que pasa con el país del Sol Naciente.