Evento 15. Combatir en el Desierto

Mañana del 3 de Diciembre del año 2019

Francia ha entrado en acción, definitivamente.

Después de una semana de intensos bombardeos sobre las ciudades de Argel, Orán, Sétif y Annaba el mando militar francés ha llevado a cabo un desembarco de enormes dimensiones sobre la ciudad de Orán.

Aunque los generales a cargo de la operación pensaban que iba a ser un paseo, la resistencia de Argelia ha sido muy cruenta, y al intento de desembarco le han acompañado feroces combates aéreos entre la fuerza aérea de Argelia y el Ejército del Aire francés. Mientras los barcos intentaban tomar la playa de Orán, la artillería argelina golpeaba a algunos de ellos, llevándolos al fondo del mar junto con sus tripulantes.

El desembarco ya era previsible, y Argelia se había armado bien. Trincheras, largas alambradas, búnkers subterráneos y nidos de ametralladora cubrían toda la costa de Orán.



Las fragatas y los acorazados galos abren fuego incesamente contra las redes defensivas argelinas, mientras una intensa nube de humo cubría ya la playa. Bombarderos franceses barren la costa, dejando caer su carga contra las defensas.

El primer barco toca suelo africano, el desembarco ha comenzado y los primeros gritos ya se comienzan a escuchar. Las ametralladoras taladran los pechos de los primeros franceses en tocar tierra, los cuales buscan desesperadamente algun pequeño refugio desde donde disparar con seguridad.

En las trincheras argelinas todo es un caos, los soldados se mueven de un lado para otro con munición, comida, agua o camillas para los heridos por los bombardeos.

"¡No podemos dejar que Francia nos someta otra vez!" grita un comandante arengado a sus soldados para que luchen con valentía.

A los franceses les cuesta avanzar hacia el interior y tienen que replegarse a lo largo de toda la costa, esperando a los barcos que llevan los blindados. En el cielo se escuchan explosiones y a veces cae algún trozo de metal de considerable tamaño, la lucha aérea continua.



En esos mismos instantes, el ejército íbero penetra en Argelia desde el oeste. Los blindados marchan a gran velocidad por las dunas y pronto llegan a Béchar, donde grupos de milicianos argelinos intentaron pararles los pies a los soldados íberos. Pero tras algunas horas de luchas callejeras, la experimentada infantería íbera logro imponerse y acabaron ocupando la ciudad.



Un comando militar integrado por expertos francotiradores había capturando previamente un aérodromo de la Fuerza Aérea Argelina, situado a las afueras de dicha ciudad. La infantería íbera entra en la ciudad y los soldados comienzan a saquear las casas, los bancos e incluso encañonan a los habitantes de la ciudad para robarles lo que llevan encima. Algunos se niegan y son apaleados por los militares íberos, sin ninguna compasión ni miramiento.

Tras haber exprimido todo lo que necesitaban de la ciudad, el contingente íbero se abre camino hacia el este a base de cañonazos, destrozando todos los centros urbanos por los que pasa hasta llegar a Ouargla, ciudad en la que irrumpen los Humvees íberos, seguidos de infantería, y repiten la misma operación que en la ciudad de Béchar. Como un tornado, los soldados íberos saquean la ciudad y se llevan todo lo que pueden y tiene valor.

CONSECUENCIAS

Iberia gana X



En la costa de Orán la situación sigue siendo desalentadora. Argelia está ofreciendo una resistencia impensable, y a al Ejército Francés le está costando demasiado tomar la playa. Pero la situación estaba a punto de cambiar.



Miles de paracaidistas pintan el cielo argelino, mientras descienden bajo fuego enemigo hacia la retaguardia de las líneas defensivas. Las ametralladoras antiaéreas de los defensores disparan contra ellos intentando que no lleguen al suelo, aunque solo consiguen acertar a algunos pocos.




Pero, en el horizonte donde alcanza la vista algo enorme se asoma. Un acorazado de enormes dimensiones hace acto de presencia ante el asombro de los defensores. El miedo invade sus cuerpos y algunos hasta se orinan encima. Los destructores comienzan de verdad a hacerle daño a los aviones argelinos, que ya están prácticamente diezmados. Empiezan los bombardeos tácticos y los bombarderos franceses descargan sus bombas a pocos metros del objetivos, provocando mucho daño e incluso derrumbando bunkers subterráneos, que sepultan a sus ocupantes.

La situación en el mando argelino es agobiante, los comandantes gritan y señalan con golpes posiciones en la playa mientras caen pedruscos del techo y el suelo tiembla, como consecuencia de los bombardeos.

El primer barco con blindados toca la costa de Orán y una gran rampa cae hacia la playa, dejando al descubierto una fila de blindados que comienzan a descender por la rampa.

Nada más aparecer el primero, un cohete lanzado desde las trincheras impacta contra él y lo hace estallar en mil pedazos. El pánico sacude los cuerpos de los tanquistas que vienen detrás, y acaban de ver lo que les ha pasado a sus compañeros.

El superacorazado, que lleva en su casco la bandera alemana, empieza a levantar sus cañones buscando las líneas enemigas y dispara una serie de 8 proyectiles con sus cañones más pequeños, que impactan de lleno contra varios nidos de ametralladora, destrozándolos por completo y alterando la estructura de las redes de defensa.

Los paracaidistas logran tomar tierra, en la retaguardia de las líneas enemigas y comienzan a irrumpir en las trincheras, donde desarrollan una encarnizada lucha cuerpo a cuerpo contra los argelinos. Consiguen incluso entrar en los pasadizos subterráneos, donde los comandantes argelinos toman el protagonismo de la lucha y combaten junto a sus soldados. La unidad de paracaidistas franceses, no tiene más remedio que usar gases para acabar con las unidades atrincheradas en los túneles.

Tras horas y horas de ardua lucha, los franceses consiguen tomar la playa de Orán, con muchas bajas en sus filas y un terreno desolado por entorno.



La victoria ha saldio muy cara, y aún espera la ciudad de Orán, que queda a apenas 25 kilómetros de donde se ha desarrollado la batalla. Los generales franceses cuadran sus tropas y hacen recuentos de bajas, trasladan heridos y reparten comida entre los exhaustos soldados, que lo han dado todo en la batalla. Parece que Argelia no se va a dejar ganar tan fácilmente. A partir de ahora tendrán que llevar mucho más cuidado y tomarse en serio el combate.

Porque la guerra.... señores, no ha hecho nada más que empezar.

Situación Actual de Argelia



En Rosa, Punto del Desembarco Francés
En Rojo, Zona Ocupada por el Ejército Íbero

Islas Canarias
Mañana del 5 de Diciembre del Año 2019

Solo 2 días después de la intervención de Francia en Argelia, el ejército islámico ha lanzado un contraataque contra el eje fascista, mandando varios escuadrones de cazas y bombarderos, que han dejado caer su carga sobre las islas de Santa Cruz de Tenerife, Gran Canaria y Madeira.

La ausencia de refugios subterráneos y sitios donde guarecerse del bombardeo ha hecho que el número de víctimas sea muy elevado. Según los primeros recuentos hay alrededor de medio millar de víctimas mortales y miles de heridos.

Las precisas bombas que dejaban caer los bombarderos islámicos sobre los centros urbanos han destrozado gran parte de las ciudades, derrumbando numerosas infraestructuras, cuyos escombros han bloqueado avenidas enteras.

Ninguna de las islas posee algun hospital público, así que las calles están llenas de heridos que no pueden recibir atención médica yque están siendo auxiliados como pueden por familiares y amigos, sin buenos resultados.

Los bomberos trabajan arduamente en la labor de extinción de los incendios que han provocado las explosiones, e irrumpen en los edificios a punto de desplomarse para rescatar a las víctimas que se encuentran en su interior.

Muchos heridos han quedado aislados por los derrumbes y su evacuación se está haciendo muy costosa, y a algunos solo se les hace posible ser rescatados desde un helicóptero, ante la imposibilidad de que los coches transiten por la zona.

Probablemente muchos de estos heridos mueran en las próximas horas, mientras su sangre tiñe de rojo las calles.




Algunas horas después, llegan informes a las estaciones de rádar íberas. Los aviones que han bombardeado las islas están aproximándose a Cádiz.

Inmediatamente, escuadrones de cazas íberos que patrullaban la zona, son mandados en su busca.

Cuando ya están los íberos cercanos a la ciudad andaluza, reciben otro informe de la estación de rádar. Hay otro contingente aéreo islámico sobre Lisboa.

Los escuadrones íberos, deciden dividir fuerzas y mientras unos ponen rumbo a Lisboa los otros ya han llegado a Cádiz y establecido contacto visual con los cazas islámicos. El enfrentamiento aéreo comienza de inmediato y los cazas de ambos bandos surcan los cielos de la ciudad intentando acertar a su enemigo.

Los gaditanos, lejos de asustarse, miran boquiabiertos el combate aéreo que se desarrolla en las alturas. Quieren comprobar si el apelativo de "Dioses del Cielo" que reciben los pilotos de la Fuerza Aérea Íbera son ciertos.



Tan solo unos minutos hacen falta para que caiga el primer avión islámico, tras ser alcanzado en el ala derecha, por un caza íbero que se le había situado en la cola.

El avión está envuelto en llamas y da vueltas sobre sí mismo mientras cae estrepitosamente al suelo.

Pero, ante el asombro de los espectadores, el piloto no sale del avión ardiendo, sino que logra redirigirlo y lo estrella contra un edificio de oficinas, que comienza a derrumbarse tras recibir el tremendo impacto.

Los ciudadanos que observaban la batalla en las cercanías de este edificio de gran altura, huyen a toda velocidad mientras las plantas superiores arden y comienzan a caer cascotes a la calzada. El pánico cunde entre la población, al ver que los pilotos islámicos derribados se inmolan contra los principales edificios de la ciudad.

En el cielo se oyen varias explosiones, un escuadrón de aviones islámicos que permanecía oculto por encima del nivel de las nubes se marcha del campo de batalla en dirección sureste y a toda velocidad. Los cazas íberos intentan seguirlos para derribarlos, pero aún queda buena parte de la escuadra islámica, que les corta el paso y les obliga a seguir combatiendo en los cielos gaditanos.

Llegan las buenas noticias desde Lisboa, el escuadrón de cazas islámico ha sido derrotado por el otro contigente íbero y los pilotos que luchan en Cádiz se crecen para acabar de una vez con los duros pilotos musulmanes.

Tras una hora de intenso combate, el último avión islámico es derribado y la satisfacción llega a las gentes de la ciudad, que vitorean la victoria de la Fuerza Aérea Íbera. Saltan entre ellos, se abrazan y dan gracias a Dios por haber conseguido la victoria. Pero los aviones islámicos derribados han caído sobre la ciudad, ocasionando numerosos daños. Además, el escuadrón de cazas íberos ha sufrido algunas bajas en el combate y no ha salido indemne del enfrentamiento.

Una vez ya en tierra, los pilotos descansan y beben abundante agua, pero ha llegado una noticia nueva que les hace prestar mucha atención: Ceuta ha sido bombardeada.

CONSECUENCIAS

El bienestar de Iberia baja 7 puntos
La popularidad de Ángel Anvecas sube 2 puntos
El desarrollo cívil de Iberia baja un 5%
Los ítems X están dañados y hay que pagar X para repararlos
X pierde los ítems X
X pierde los ítems X
Hay alrededor de 500 muertos y más de 6000 heridos.